Podcast 22, P2P, Links, etc.

Fresquito fresquito cual tinto en verano está el Podcast Interiuris 22, sacado con más esfuerzo de lo habitual en estos dí­as vacacionales para muchos, aunque no para mí­, de hecho, reniego de todos aquellos que me aseguraron lo poco que habí­a que hacer en Agosto. Nada más lejos de la realidad.

Aunque la actividad de este blog se ha visto afectada por el exceso de trabajo, el podcast lo tení­a que sacar sí­ o sí­ antes de irme una semanita a mi tierra, así­ que, como lo (com)prometido es también deuda, ya tenéis para vuestra descarga el podcast 22 con noticias (muchas sobre P2P de la que os copio un extracto más abajo); el tema del dí­a de hoy son los enlaces o links en Internet, un asunto bastante controvertido y que creo que ocasiona muchas dudas entre los oyentes; más adelante, el caso célebre, esta vez también importado de Hollywood y en concreto de la pelí­cula «El Prí­ncipe de Zamunda», por no respetar la autorí­a sobre el boceto propuesto por un tercero. Y para finalizar, las preguntas planteadas por los oyentes, como siempre, muy buenas e interesantes.

Y sobre el tema de LimeWire, que llevo una semana queriendo escribir algo en el blog, os extraigo un fragmento del guión:

Las redes de intercambio de archivo, además de ser una fuente de archivos protegidos, es también un increí­ble recurso para obtener noticias, y esta vez está involucrada la red LimeWire que según la RIAA, no ha tomado el suficiente interés para regularizar su situación tras la famosa sentencia del pasado mes de Julio de 2005 en la que el Tribunal Supremo americano estimó que las empresas detrás de clientes p2p son responsables de las infracciones que realizan sus usuarios porque tení­an conocimiento de dicho intercambio y porque animaban al mismo.

Según la RIAA, han estado un año intentado llegar a un acuerdo como han hecho con el resto de partes implicadas, pero ante la pasividad de LimeWire, no han tenido más remedio que denunciarle ante los tribunales de Manhattan. Según esta organización de productores de fonogramas, LimeWire se aseguró que los usuarios compartieran una basta cantidad de archivos protegidos, por ejemplo cuando al instalar el programa, éste automáticamente copiaba las canciones existentes en el equipo dentro de la carpeta compartida, o al penalizar a los que denominaban «freeloaders», es decir, aquellos que descargaban sin poner a disposición archivos para el resto de usuarios.

De este modo, en su demanda y para probar esta incitación a infringir, los demandantes reprodujeron una frase de la página web de LimeWire que decí­a: «si no compartes suficientes archivos, usuarios con preferencias similares a las tuyas no permitirán conectarte a ellos para descargarte nada. Por esta razón, recomendamos a los usuarios de LimeWire compartir generosamente con el resto»

Pues hala, a disfrutar del verano.

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