Negro Literario

Sólo hacer una breve referencia a un ví­deo que han filtrado trabajadores de Telemadrid en el que Fernando Sánchez-Drago, en un receso de su telediario nocturno, reconoce a Ana Botella que su último libro, «Libertad, fraternidad, desigualdad. Derechazos«, ha sido escrito por un grupo de colaboradores, no habiendo puesto él más que la firma.

http://www.formulatv.com/1,20070926,5572,1.html

Simplemente decir que en España y en toda los paí­ses de tradición continental, la creación de una obra literaria, artí­stica o cientí­fica supone el derecho irrenunciable a exigir que le consideren autor de la misma, no siendo válidos pactos en los que un autor renuncie a ese derecho de paternidad o ceda el mismo a persona diferente.

Artí­culo 14. Contenido y caracterí­sticas del derecho moral.

Corresponden al autor los siguientes derechos irrenunciables e inalienables:

  1. Decidir si su obra ha de ser divulgada y en qué forma.
  2. Determinar si tal divulgación ha de hacerse con su nombre, bajo seudónimo o signo, o anónimamente.
  3. Exigir el reconocimiento de su condición de autor de la obra.

En cambio, en paí­ses de corte anglosajona como EE.UU., las figuras de los Ghostwriters es un tema tabú pero en ocasiones legal (dependiendo de si un autor pertenece a una asociación que protege a sus asociados más allá de lo establecido en la ley) ya que el Copyright Act americano concede derechos morales de paternidad de una obra solamente a los artistas plásticos.

Hay numerosos autores, sobretodo los más prolí­ficos, que no esconden que tienen un grupo de «colaboradores», aunque el dinero que suelen cobrar estos «negros literarios» suele merecerles y no reclamar unos derechos que la ley les concede inexcusablemente.

¿Tendrá consecuencias este anuncio?

3 Comments

  1. Independientemente del artículo 14 LPI, el uso de «negros» para la escritura de libros es una tomadura de pelo, un fraude al consumidor… Alguien debería obligar a las editoriales de Sanchez Drago y del resto de decenas de autores que realizan esta vergonzosa práctica a poner claramente en portada que el libro lo han escrito en su nombre.

  2. Hombre, por lo que he visto de las imagenes «robadas» las palabras escritas son suyas, refritos de otras obras y entrevistas, pero alguien las ha colocado en orden para el libro.

    En mi opinión habría dos autores, pero algo de la autoría le queda a Drago.

    Ello no obsta que deja de ser vergonzoso que trate así a su «colaborador», en fin vivir para ver…

    Un saludo.

  3. Es curioso porque yo también tengo entendido que en EE.UU. esto está a la orden del día y que en tiempos pasados hasta escritores reconocidísimos como Alejandro Dumas utilizaban «negros» sin ningún problema.

    Son subcontratas, las encontramos diariamente en otros productos o servicios. El caso es que si lo llevo a otro campo, donde una consultora, por ejemplo, subcontrata una parte del proyecto a otra empresa y luego reempaqueta todo y se lo coloca al cliente, puede que haya mucha gente que lo vea perfectamente normal y lícito.

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