Internet es la TV del futuro (probando Joost)

La semana pasada salió Bill Gates anunciando que el concepto de televisión cambiarí­a completamente en los próximos cinco años, al integrarse la TV del salón con el PC. Todaví­a en este lustro, hay muchas noticias que indican que vamos hacia ese punto de integración, así­ como la presentación de tecnologí­as que hacen que los abogados afinemos nuestros sentidos para ver cuáles pueden infringir los derechos de nuestro clientes: Joost, Slingbox, Faucet, Vividas, etc.

Como ya os comenté hace un par de semanas, los chicos de The Venice Project (ahora reconvertidos a Joost – ¿de dónde sacan estos nombres, KaZaA, Skype y ahora Joost?) habí­an comenzado mandar contraseñas para probar en Beta cerrada su prometedora plataforma de televisión basada en P2P (está claro que este tipo de tecnologí­as la dominan), y tras unos dí­as, por fin recibí­ la mí­a.

No pretendo en este post hacer una descripción técnica o un análisis de cómo funciona este nuevo invento, por un lado porque no es la temática del blog, y por otro porque gente más capacitada que yo ya lo ha hecho con anterioridad.

Mi deformación profesional hace que este nuevo proyecto me plantee muchos interrogantes, no tanto de propiedad intelectual, sino de prácticas de mercado. El mundo de la televisión, al igual que el cine o la música, son, a pesar de lo que muchos afirman, industrias muy cambiantes aunque con determinadas raí­ces bien asentadas. Como ya dije en otro post a modo de anticipo, el tema de la territorialidad es algo fundamental en todo contrato de producción de un formato de televisión; tanto que ni siquiera se discute.

Como ya comenté en el último podcast, las producciones de formatos de televisión suelen ser complejas, sobretodo en el aspecto de personas o entidades con derechos, como mí­nimo la productora local, la cadena y la distribuidora, aunque en ocasiones aparecen otras entidades como el propietario del formato, etc. Cuantas más partes y cuanto más éxito ha tenido el programa en otros paí­ses, más complicadas son las negociaciones, lo que afecta a los derechos de explotación que tendrá el productor local.

Por lo general, los productores locales tienen derecho a explotar ilimitadamente dentro del un territorio (en nuestro caso, España y en ocasiones, Andorra) sólo los programas con poco éxito, mientras que los programas con mucha audiencia en diversas partes del mundo (por ejemplo, «Gran Hermano», «Quieres ser Millonario», etc.), suelen estar limitados a la explotación de los mismos en abierto (Free TV) dentro de una cadena en especí­fico, siendo imposible para el productor local su explotación en otros medios, por ejemplo Internet, sin la autorización del resto de derechohabientes.

Con esto quiero explicar cómo está el mercado para que comprendáis que si queréis ver vuestra serie favorita en Joost, es mejor que vayáis rezando.

Joost funciona muy bien, la navegación entre los canales es realmente suave y rápida, su interfaz es intuitiva y muy manejable, pero creo que falla y seguirá fallando en una cosa: los contenidos.

Es evidente que las tecnologí­as de la información sirven de poco si no hay un buen contenido y, aunque Bill Gates diga que estamos en un momento de revolución, si los agentes de la industria del entretenimiento no se proponen adaptarse a los nuevos tiempos, de poco van a servir unas tecnologí­as cuya utilidad reside en los contenidos de terceros.

No creo que veamos a corto plazo en Joost los capí­tulos de la nueva temporada de House, o series que todaví­a no se han estrenado en abierto en nuestro paí­s como Heroes, o la Superbowl. Los que hoy en dí­a apuestan por Joost son los que, o tienen poco que perder, o tienen contenidos cuya explotación se ha consumido (¿a quién le importa la final de un torneo de Poker, las gemelas Olsen diciendo lo que les gusta Canadá, o Paris Hilton presentándose a sí­ misma y a su nuevo album?).
Y aunque esto suene a crí­tica a Joost es todo lo contrario; Joost no tiene la difí­cil tarea de poner en pie una nueva tecnologí­a, sino de convencer a una industria con escasos conocimientos tecnológicos (todaví­a hoy leo en algunos contratos la cesión de explotaciones en Laser-Discs), que el futuro está en la Red, una ventana sin fronteras ni horarios, con usuarios más activos que pasivos (ávidos de cambiar de canal a la mí­nima de cambio), y en definitiva una ventana que va a complicar aún más los contratos de producción.

Creo que Joost puede ser una buena plataforma para explotar contenidos para un público minoritario, al estilo de Jaman.

Otro problema que se me antoja, esta vez de í­ndole legal, es cómo controlarán las entidades de gestión este tipo de canales. ¿A qué entidad de gestión irá Joost para remunerar por la explotación de contenidos si esta empresa está constituida en Curaí§ao, en las Antillas Holandesas?

Así­ que dentro del apogeo y la euforia que ha provocado Joost en muchos bloggers y reputados periodistas, yo he trasladado el nacimiento de esta tecnologí­a a varios compañeros de productoras y de cadenas de televisión para ver si en el futuro pueden poner contenidos en español en Joost, aunque me quedo con la resignación de saber que al final quien tiene la última palabra no es la tecnologí­a, sino los contenidos.

Y para finalizar, felicito a La Sexta por tener la valentí­a de transmitir por primera vez por Internet en España un partido de fútbol. Será el Steaua – Sevilla del próximo 15 de febrero. Lástima que no me guste el fútbol…

4 Comments

  1. Hola guapeton, a mi tampoco me gusta el futbol, pero lo que dices de la tele me parece muy interesante aunque a veces no me entero mucho

    besos a todos los lectores de tu blog

  2. Estoy contigo: El contenido es el Rey. En este sentido, Apple está haciendo un buen trabajo porque ha visto que sus equipos y sistemas no son nada sin el contenido.

  3. La televisión basada en la tecnología P2P, existe ya desde hace algun tiempo.
    PPstream, TVAnts y Sopcast… son un ejemplo de ello. Que se lo pregunten, sino a los cientos de usuarios que siguen los partidos de champions y liga cada semana. El problema y la gracia de esta tecnología es que no se puede controlar a gran escala la duplicación de los contenidos.

  4. hola
    A mí la calidad de los programas que ahora veo en Joost me parece bien, muy mejorable por supuesto, pero tiene muchos documentales interesantísimos, algunas series de ciencia ficción, música, deportes, aunque tengo muy claro que echo en falta más contenidos en más idiomas, como el español.
    La imagen es sorprendentemente buena, sin cortes.
    A ver si cadenas españolas se animan a incluír contenidos en Joost.
    Saludos,
    David L.

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