Estoy ahora mismo en el salón de actos del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid en la apertura del I Foro Iberoamericano de la Propiedad Intelectual, del que estaré radiando sus sesiones (si wireless sigue prestándose su wifi de forma gratuita) tanto hoy como mañana.
En el acto de apertura está, de izquierda a derecho: Eduardo Bautista (presidente del consejo de dirección de SGAE), Javer Cremades (presidente de Cremades & Calvo Sotelo y del foro), Trinidad Jiménez (secretaria de estado para Iberoamérica), Luís Martí Mingarro (decano del ICAM), Carlos Moreira García (coordinador del foro y ex-embajador de Brasil en España) y Jaime Castellanos (presidente de la AEDE, asociación de editoriales de prensa)
Ha comenzado el coordinador del foro sentando las bases de la problemática actual del sistema de derechos de propiedad intelectual, animando a todas las partes interesadas a buscar nuevas soluciones más allá de las que impongan los mercados anglosajones, intentando respetar, al mismo tiempo, el delicado equilibro entre expansión de la cultura y compensación a los usuarios.
Javier Cremades apunta que España y Latinoamérica es una de las fuentes de creaciones más ricas del mundo, con una materia prima que hay que proteger y fomentar. Agradece a todos los asistentes, y remarca la necesidad de proteger a los productores, autores, etc. por ser los que al fin y al cabo ponen todos sus esfuerzos por crear obras que estén disponibles para todos. Breve crítica a los defensores de «lo común», subrayando que no es la primera vez en la historia que se intenta destruir el sistema de la propiedad; desde su punto de vista, la Red es lo que es gracias a los contenidos ya que son ellos los que enriquecen Internet. Finaliza apostando por el equilibrio entre creadores y usuarios, por el beneficio de todos.
Continúa Jaime Castellanos hace una exposición íntegramente basada en el «press-clipping», algo que les afecta a ellos directamente; se queja la posición marginal de sus representados, sin derecho a canon, etc.
Eduardo Bautista comienza sentando como premisa la existencia de un capital cultural iberoamericano, y de un capital jurídico común, los cuales hay que proteger y desarrollar. Es necesario compilar toda la información iberoamericano para generar un activo que a su vez genere riqueza para distribuirlo entre todos. Crítica a Manel Castells, que afirmó recientemente que las ideas deben ser libres, diciendo que en una economía de mercado, es impensable que el fruto de muchas personas pueda ser explotada sin remunerar correctamente a ellos. El centro del debate, opina, debe ser la creación de un espacio cultural rico basado en el español y el portugués.
Trinidad Jiménez comienza con una cita de «Cien años de Soledad» de García Márquez y haciendo un breve repaso a la cultura iberoamericana. Cree en la existencia de una cultura iberoamericana y en el talento de los autores de ambos lados del océano; sin los directores, compositores, músicos, etc. la cultura se «moriría de esclerosis» y sin ellos no nos quedaría más que acudir a la cultura ya creada, por eso hay que proteger la creación de nueva cultura. Sin autores, editores e intérpretes no hay contenidos y sin ellos, las autopistas de la información se llenarían de vanalidades. No podemos abandonar a los autores a su suerte, sino que hay que protegerles porque ello incide tanto en ellos mismos como en la sociedad por la incidencia en el PIB que tiene la propiedad intelectual.
Hora del café. Luego continuaré.
Actualización: Ayer no blogueé más porque las jornadas siguientes no fueron excesivamente productivas, así que no os quería torturar escribiendo las obviedades de los ponentes. En un rato voy a la segunda sesión, esperemos que sea más interesante.
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